En 2013 Caleb Hicks enseñaba a casi 300 estudiantes al día y vio algo que te va a sonar familiar: los extremos destacan, pero la mayoría se pierde entre medias. Con la llegada de ChatGPT en 2022 se abrió una pregunta práctica, no futurista: ¿puede la IA ayudar a ver a esos estudiantes que pasan desapercibidos y a devolver tiempo real a los docentes? La respuesta de Hicks fue crear SchoolAI en 2023, y en dos años la plataforma llegó a 1 millón de aulas en más de 80 países con cientos de alianzas educativas. (openai.com)
Lección 1: Mantener al docente en el centro
¿La IA sustituye al profesor o lo potencia? SchoolAI apuesta por lo segundo: cada interacción entre alumno y la IA es observable por el docente. En la práctica esto significa que los profesores crean espacios de aprendizaje con Dot
, la herramienta que arma lecciones diferenciadas en segundos, y los estudiantes trabajan con Sidekick
, un tutor adaptativo que usa modelos avanzados para ajustar ritmo y apoyo.
“If AI just gives the student the answer, we’ve failed—the point of teaching is to coach and to keep them engaged in the work.”
Ese enfoque de "teacher-in-the-loop" busca señales tempranas de desenganche para que el docente pueda intervenir antes de que un pequeño problema se convierta en uno mayor. El registro y la transparencia están integrados: todo es observable y auditable por el equipo docente. (openai.com)
Lección 2: Usar el modelo correcto para la tarea correcta
No todos los problemas necesitan el mismo motor. SchoolAI organiza el flujo de trabajo en grafos de agentes: cada entrada del estudiante pasa por nodos especializados que llaman a modelos, herramientas y guardrails antes de devolver apoyo. ¿Ventaja? Mejor control de costos y mayor precisión donde realmente importa.
GPT-4o
alimenta la conversación y la construcción rápida de lecciones.GPT-4.1
se usa para razonamiento más profundo, por ejemplo en problemas matemáticos de varios pasos.- Generación de imágenes crea diagramas o mapas a medida para apoyar la lección.
- Text-to-speech ofrece retroalimentación hablada en más de 60 idiomas.
El enrutamiento inteligente manda tareas costosas a los modelos más potentes y las comprobaciones ligeras a variantes más pequeñas, manteniendo predictibilidad en el gasto sin sacrificar la calidad. (openai.com)
Lección 3: Elegir una pila y escalar con soporte
Escalar en educación exige eficiencia y respaldo técnico. Cuando SchoolAI organizó una demostración para 10 000 docentes, su relación con OpenAI permitió aumentar límites de uso rápidamente para asegurar una experiencia fluida. Además, la reducción en los costos de inferencia ayudó a bajar el costo por alumno de casi un dólar a una fracción, lo que liberó margen para invertir en crecimiento y soporte a escuelas. (openai.com)
¿Qué cambia esto en la vida real de una escuela?
Imagina que un estudiante recién llegado solo habla Dari y no participa en clase. Con traducción en tiempo real y apoyo adaptativo, ese alumno puede pasar a participar, formar lazos con compañeros y recuperar confianza en semanas. Son ejemplos concretos que reportan docentes: más señales tempranas, intervenciones oportunas y más tiempo para la enseñanza humana.
SchoolAI también dice que los docentes han recuperado más de 10 horas semanales gracias a la automatización de tareas rutinarias, tiempo que se traduce en atención individual y en detectar cambios sutiles en la conducta o rendimiento. (openai.com)
Si eres docente, líder escolar o creador de tecnología educativa, la lección es clara: la IA funciona cuando está diseñada para acompañar al docente, es observable y se ajusta al flujo real del aula. Si quieres ver la plataforma, SchoolAI y la página de desarrolladores de OpenAI son buenos puntos de partida. (openai.com)
Reflexión final
La noticia no es que haya una IA nueva, sino que alguien puso reglas y herramientas para que la IA haga lo que debe en una escuela: revelar lo que antes no se veía y devolver tiempo a los docentes para lo que solo ellos pueden hacer. ¿Te imaginas cuánto podría cambiar una semana con 10 horas más para enseñar?