En noviembre lanzaron la app Sora para Android y, en 24 horas, los usuarios generaron más de un millón de videos. ¿Cómo se pasa de un prototipo interno a la posición número 1 en la Play Store en menos de un mes? La respuesta principal: un equipo reducido apoyado por Codex y una disciplina de trabajo pensada para aprovechar la IA, no para dejarla correr sin guía.
Cómo lo hicieron: equipo, ritmo y resultados
Un equipo de cuatro ingenieros trabajó junto a Codex entre el 8 de octubre y el 5 de noviembre de 2025. Consumieron alrededor de 5 mil millones de tokens y entregaron la versión de producción en 28 días. En números: app lanzada globalmente, tasa de fallos de 0.1 por ciento (crash‑free rate de 99.9%) y más de un millón de videos creados en las primeras 24 horas.
No usaron un “modelo secreto”: emplearon una versión temprana del GPT-5.1-Codex, la misma disponible para desarrolladores via CLI, extensiones de IDE o web. La estrategia fue clara: poco personal, mucha capacidad amplificada por Codex y cuidado en la arquitectura.
¿Por qué cuatro ingenieros y no un equipo enorme? Porque agregar personas a un proyecto tarde suele empeorar la coordinación. En este caso, en vez de sumar burocracia, se apostó por potenciar la productividad individual con Codex y mantener alta la calidad técnica.
Dónde Codex aporta más y dónde requiere dirección humana
Codex mostró ventajas claras:
Lee y entiende grandes bases de código rápido, y puede traducir lógica entre lenguajes (por ejemplo, Swift a Kotlin) manteniendo la semántica.
Es entusiasta escribiendo tests: ayuda a cubrir muchos casos y evita regresiones triviales.
Responde bien al feedback: pegar logs de CI y pedir correcciones dio resultados útiles.
Permite ejecutar muchas ideas en paralelo: sesiones desechables para experimentar sin riesgo.
Aporta perspectivas en diseño y optimización, como en las mejoras de memoria del reproductor de video.
Pero no es perfecto. Estas son las limitaciones a tener en cuenta:
No infiere lo que no le das: arquitectura preferida, normas internas o cómo quieres que se sienta la app.
No ve ni siente la experiencia: no abre la app en un dispositivo para notar que un scroll está raro.
Requiere onboarding por sesión: cada instancia necesita contexto, reglas y metas claras.
Tiende a priorizar soluciones que funcionan rápido por encima de decisiones arquitectónicas a largo plazo.
En resumen: Codex es un ingeniero muy rápido, pero necesita que le digas cómo tu equipo hace las cosas.
Buenas prácticas que funcionaron en Sora
No fue cuestión de pedirle a Codex "hazlo y ya". Implementaron rituales y archivos de contexto que marcaron la diferencia:
Documentar normas en AGENTS.md y en ~/.codex/AGENTS.md para que cada sesión conozca repos y convenciones.
Construir una base arquitectónica sólida primero: módulos clave, inyección de dependencias, navegación, autenticación y networking.
Escribir algunas características representativas end‑to‑end para mostrar el «estilo correcto» al agente.
Pedirle a Codex que lea archivos relacionados y resuma cómo fluye la data antes de asignarle trabajo. Luego corregir esa comprensión y elaborar un plan.
Separar el trabajo en planes pequeños y guardarlos en archivos para sortear límites de contexto y permitir ejecuciones largas sin supervisión constante.
Ese flujo permitió que Codex trabajara «sin supervisión» durante periodos largos, porque los humanos revisaban los planes más que los diffs sin contexto.
Cambio en la dinámica de trabajo: de escribir a dirigir
Con Codex la velocidad de generación de código se disparó. El cuello de botella dejó de ser tipear y pasó a ser decidir: revisar PRs, dar feedback y consolidar integraciones. Fue como ser el conductor de una orquesta con muchos asistentes veloces; cada nuevo "par" virtual requería coordinación.
También descubrieron que usar el código iOS como ejemplo concreto —en vez de solo describir la funcionalidad en lenguaje natural— era decisivo. Dos principios claros emergieron:
La lógica es portable: modelos, validaciones y reglas de negocio se traducen entre plataformas.
Los ejemplos concretos son poderosos: mostrar cómo funciona en iOS y cómo está estructurado Android permitió que Codex genere implementaciones coherentes.
El equipo estima que Codex escribió cerca del 85% del código, mientras los humanos tomaron las decisiones de arquitectura, experiencia de usuario y calidad a largo plazo.
¿Qué le deja esto a los desarrolladores y equipos?
Si te preguntas si la IA reemplaza a los ingenieros: no. Lo que cambia es el foco. Codex puede encargarse de tareas repetitivas, boilerplate y exploración rápida; tú puedes concentrarte en las partes creativas y sistémicas del producto.
Consejos prácticos para ponerlo en marcha:
Da contexto: no esperes que Codex adivine tus patrones de diseño.
Documenta el «cómo hacemos las cosas» y ponlo al alcance del agente.
Planea antes de pedir grandes cambios: un pequeño plan vale más que mil líneas sin coherencia.
Revisa y dirige: la supervisión humana sigue siendo la garantía de calidad.
Reflexión final
Sora para Android es un ejemplo de cómo la IA puede multiplicar capacidades cuando se integra con disciplina humana. No es magia instantánea: es un cambio en la forma de trabajar. Codex acelera el tiempo de desarrollo, pero exige rigor, arquitectura clara y decisiones humanas bien informadas.
¿Listo para experimentar con tu propio "equipo Codex"? Empieza por dar contexto y montar una base que cualquiera —humano o agente— pueda entender.